dimarts, 9 d’octubre del 2007

REMONTANDO EL EBRO (DESDE XERTA A TIVISSA)

Dicen que el río Ebro es navegable y, por lo tanto, nada nos debería impedir poder navegar río arriba. Pero a la práctica solo lo surcan embarcaciones de escaso calado, excepto en el Delta donde existe una mayor profundidad. No obstante, en la excursión de hoy, si se nos antoja, podremos navegar por un tramo de él. Nuestro punto de salida será Tortosa. Capital histórica de estas comarcas tiene cerca de 40.000 habitantes. Situada en un lugar estratégico, equidista del mar y la montaña. Desde aquí se pueden hacer numerosas rutas: ir hacia el Delta, subir al pico de Caro, el más alto de la sierra “dels Ports” con sus 1449 metros, etc. Una de las opciones es remontar el Ebro por carretera (la C-12 o Eix de l’Ebre) visitando sus poblaciones. Nuestra primera parada será Xerta (de Xerta la naranja, dice el eslogan) Aquí podremos comprar durante casi todo el año naranjas, mandarinas, etc. En los diversos puestos y agrotiendas situados a pie de carretera. Por cierto, la carretera es considerablemente buena y más si la comparamos con la de la última excursión propuesta. En Xerta podemos visitar la iglesia de la Asunción de los s. XVI y XVII i el museo de los “utensilios para la agricultura”. Tiene algunos restaurantes y un alojamiento donde se alquilan habitaciones. A unos 3 Km. de la población y junto a la vía verde (ruta para recorrer en bicicleta que sigue el trazado de una antigua vía férrea, la Val de Zafán) aparcaremos el coche y veremos el impresionante Assut, una obra hidráulica que se empezó a construir el la época islámica y que sirve para distribuir el agua hacia los canales de riego. El Assut es un buen medidor del caudal. Cuando el río baja con mucho agua se nota por el salto del agua, pero no se ve. Si está a vistas es que el agua que baja es escasa y muchas veces, sobre todo en verano, apenas se la ve deslizarse por él. Seguiremos por la carretera hacia Benifallet, nombre de claras connotaciones árabes. Para llegar hasta el pueblo primero deberemos cruzar el puente del Llaguter y coger enseguida el cruce de la derecha que nos acercará al pueblo. En la misma entrada, a mano derecha veremos la oficina de turismo. En Benifallet, además de los ricos pastissets (dulce en forma de media luna relleno de cabello de ángel) son famosas sus cuevas. Cruzaremos el pueblo y cogeremos la vieja carretera de Tortosa. A unos 4 Km. nos desviaremos a la izquierda para tomar una estrecha carretera que nos llevará hasta las cuevas. A su entrada hay un pequeño bar donde podremos beber o comer, según nos apetezca. La visita a las cuevas se hace en 45 minutos. De las tres cuevas que hay (de les Maravilles, la del Dos y la de Marigot), se pueden visitar las dos primeras. De las innumerables formaciones de estalactitas, estalagmitas y columnas, destacan sobre todo los grupos de estalactitas excéntricas (sin orden alguno; igual bajan que suben que se van hacia un lado u otro) Al regresar a Benifellet podremos comer en alguno de sus restaurantes. También tiene un hotel. Hay una empresa que se dedica a realizar salidas por el río y recorrer sus islas y recónditos rincones. Es el Ebro desde otra perspectiva. Saldremos de la población, siempre remontando el río y pronto dejaremos la comarca del Baix Ebre para entrar en la de la Ribera d’Ebre. La primera población que encontraremos será Rasquera. En Rasquera hay un alojamiento de turismo rural y un par de restaurantes. A 9 Km. del municipio está el balneario de Cardó. Se accede al mismo por una serpenteante carretera en una zona de mucho bosque y gran belleza paisajística. Hasta el año pasado se explotaba comercialmente su manantial. También se puede visitar la ermita de Santo Domingo del s. XVII. Des de Rasquera continuaremos hasta el paso de barca de Miravet. Si queremos cruzar el río podremos hacerlo con la única barcaza que existe en esta zona. La barcaza es más pequeña y de diferente construcción a las existentes en el Delta. Esta va sobre “llaguts” (típicas embarcaciones de estas comarcas ya en desuso) que tiene conocidos nombres: Isaac Peral y Monturiol. Prácticamente funciona todo el año. En la otra orilla el castillo templario de Miravet domina el pueblo desde una pequeña cumbre. Seguiremos hacia Ginestar (que toma el nombre de la flor de la genista). La población está a escasos quinientos metros de la carretera. Destaca la iglesia de S. Martín del s. XVIII de estilo barroco y la ermita de S. isidro del siglo XVII, al lado del pueblo. Seguiremos subiendo el río hasta llegar al cruce de Tivissa, la última población que visitaremos. Si hemos llegado hasta aquí es para poder visitar los restos de uno de los mayores poblados íberos de la península. Es el poblado de Castellet de Banyoles. Su extensión alcanzaba las 4,4 Ha. Accederemos a el por un camino de tierra que sale des de el lado derecho de la carretera a unos 3 Km. del cruce. Se puede acceder en coche hasta el recinto. La vista desde lo alto del río Ebro y su valle es impresionante. Durante sus excavaciones se encontró un tesoro de oro y plata que se guarda en el Museo Arqueológico de Tarragona. Continuaremos hacia Tivissa para visitar el centro de interpretación de los íberos, los portales medievales, últimos restos de sus murallas y la iglesia de San Jaime de estilo barroco. El ayuntamiento y el antiguo hospital ocupan el lugar donde antaño estuvo el castillo. En Tivissa podremos alojarnos en el camping-albergue que, además es restaurante y en el hostal restaurante. Tiene oficina de turismo. El regreso será rápido en algo más de media hora llegaremos a Tortosa.

1 comentari:

un tal Pinxo ha dit...

HOla... enorabona per el blog , anim i a segui escrivint...ja eres un maki mes...jejeje
http://elmakidelpinxo.blogspot.com/