dimecres, 9 de setembre del 2009

LAS FIESTAS QUINQUENALES DE ULLDECONA Y ALCANAR

Este año 2009 es para Ulldecona y Alcanar, dos de los pueblos más meridionales de Cataluña, año de “quinquennals”. Los dos pueblos van de la mano des de aquel lejano 1939 en que, por primera vez, sé decidió celebrar unas fiestas extraordinarias en honor a sus patronas: la Virgen de la Piedad en Ulldecona y la Virgen de los Remedios en Alcanar. La fiesta de Ulldecona sé realizan en torno al 8 de septiembre (sé conmemora el día de las Vírgenes “encontradas”) y las de Alcanar, para el segundo domingo de octubre y suelen durar quince días (este año comienzan a partir del 29 de septiembre) Sus habitantes esperan ansiosos la llegada de las próximas quinquenales y nada más estrenar el año ya comienzan con los preparativos para las mismas. Dos son los hechos diferenciales entre la fiesta de un año “normal” y el de las quinquenales: la bajada de la patrona desde su santuario al pueblo (que da comienzo a la fiesta) y el ornamento de las calles con flores, plantas, lámparas, etc. Para la confección de dichos ornamentos, sé ha pasado de utilizar, mayoritariamente, papeles de todos los colores (aunque siempre predominaba el azul y el blanco, los colores de la Virgen) a emplear todo tipo de materiales, las mayoría reciclados. Así, en Ulldecona, este año se han podido ver botellas, garrafas y vasos de plástico, cartuchos, medias, botes de refrescos y otras conservas, macetas y hasta sopa y espaguetis. Dicho así suena un poco raro, pero atención a los datos que sé podían leer en un cartel: “Calle ‘Entença y Clavé’. Material para la confección: 225 Kg. de alambre, 7.000 medias de diferentes colores, 450 m. de hilo de cobre, 550 cañas americanas. Resultado: 27.820 pétalos de diferentes colores, 3.540 flores, 860 hojas verdes”. Mientras que Josefa, una vecina de la calle Mayor, contaba que en la confección de las 8 lámparas hechas de tiras de cortina, sé habían invertido más de 6.000 euros que pagan entre la mayoría de los vecinos de aquel sector. En Alcanar, a diferencia de Ulldecona donde la ornamentación suele ser vertical ocupando las aceras, sé confeccionan altares y alfombras que ocupan la práctica totalidad de calzada. ¿Y por qué sé engalanan las calles? Evidentemente porque lo manda la tradición, pero el hecho fundamental es que la Virgen va recorriendo en procesión todas las calles ornamentadas en el transcurso de la semana de fiestas a razón de un sector cada día. En Ulldecona los ornamentos sé mantiene mientras duran las fiestas o hasta que las inclemencias del tiempo lo permiten, mientras que en Alcanar sé hacen y deshacen el mismo día del paso de la Virgen. Otro de los acontecimientos importantes es el baile de los “mantones de Manila” que no es otra cosa que la jota tradicional que sé baila en las comarcas del S de Cataluña. Un día sé organiza el baile infantil y al siguiente el de los adultos, en el caso de Ulldecona, sé pueden reunir hasta 300 parejas. Para las mujeres es perceptivo bailar con el clásico “mantón de Manila” y los hombres con el traje de “pagès” (labrador) típico de la población. En Ulldecona hasta sus gigantes: Lluc y Pietat (Lucas y Piedad) lucen los trajes típicos locales. COMO LLEGAR: Desde la salida de la AP-7 de Vinaròs, para ir a Alcanar hay que seguir la N-238 dirección a Vinaròs y a los pocos kilómetros coger un desvío a la derecha (TV-3321) que nos llevará hasta dicha población. Para ir a Ulldecona igualmente saldremos de la AP-7 y luego cogeremos la misma N-238, pero en sentido contrario (Ulldecona y Tortosa) También sé puede acceder desde la N-340 en Vinaròs y coger luego la N-238. A los pocos kilómetros encontraremos el cruce de Alcanar. En total son unos 9 Km. y de continuar por la misma carretera (N-238) encontraremos Ulldecona a unos 16 Km. de Vinaròs. Al entrar en Catalunya la carretera cambia de denominación (T-332) Ambas poblaciones cuentan también con estación de tren, pero éstos paran con muy poca frecuencia, por lo que sé debería consultar los horarios previamente. NOTA: Las fotos donde aparecen bailadores de jotas han sido cedidas amablemente por Paco Itarte de Ulldecona.

dijous, 13 d’agost del 2009

RESTAURANTE CAN FAIGES (EL POBLE NOU-AMPOSTA-TARRAGONA)

No hace tantos días os hablaba de un restaurante del Poble Nou del Delta. Hoy toca al de Can Faiges, situado a pocos metros de Can Paquita. Can Faiges tiene aires de un restaurante “más de etiqueta”, aunque la oferta de productos es bastante similar. Como en Can Paquita, armoniza a la perfección los productos del mar y los típicos de la cocina del delta. En la entrada hay un letrero que advierte: “Pescado de la Rápita”. De por sí, toda una garantía de calidad. La relación calidad preció es regular (2 sobre 5) Los productos son de primera calidad y la elaboración y el servicio excelentes, pero un poco caros y más si tenemos en cuenta los tiempos que corren... Una cena con algunos entrantes (mejillones, chipirones, calamares, etc.), un plato de pescado, postre y vino de la casa (D.O. Montsant), unos 40 euros. La cocina es excelente, saben aprovechar muy bien la buena materia prima de la que disponen y la elaboran de forma esmerada (4,5) Recomendable el pastel de pescado. El restaurante dispone de una amplia carta de vinos. Así podemos encontrar tintos, blancos y rosados de la mayoría de las “denominaciones de origen” de Catalunya y buena parte de España, sobre todo de la zona N; también excelentes cavas y “champangne”. De todas formas la oferta de vinos de D.O. Terra Alta (comarca de nuestro territorio) es escasa (3,5) El servicio es esmerado, atento y están pendientes del cliente. Además té suelen aconsejar lo que siempre es agradecido (4,5) Al postre le deberían de dar un toque más artesanal y tradicional (2,5) La decoración, aunque sobria, es apropiada. A destacar la fotografía de la Foradada, espacio natural de la Sierra del Montsià desde donde se divisa el Delta y el antiguo faro de Buda que sé situaba en la “Punta de la Banya” (3) Las instalaciones, como no podía ser de otra manera, ocupan una de las antiguas casas que antaño habitaban los primeros colonos del pueblo y aprovecha de forma eficiente el espacio (4) Los aseos, sin ser amplios, son suficientes y están en perfectas condiciones (3) Por último, en cuanto al entorno, poca cosa cabe decir que no sé haya dicho: el Poble Nou está situado en un paraiso natural, junto al Parque Natural del Delta del Ebro, a poca distancia del mar y muy cerca de Amposta y de Sant Carles de la Ràpita (5)

dilluns, 10 d’agost del 2009

LA FERIA DE LAS FIBRAS VEGETALES DEL MAS DE BARBERANS

Si pensamos en un “bolso”, seguramente pensaremos en un bolso de piel o tal vez de tela. Y si lo hacemos con unos “pendientes”, la imagen que se formará en nuestra cabeza sera la de unas orejas donde colgarán unos pendientes de oro o bisutería fina. Pero a los que yo me refiero están hechos de otro producto mucho más desconocido: de hojas de palmito (la única palmera originaria de Europa) Evidentemente, antes de que dicha hoja pueda ser “trabajado”, hay que dejarse secar al sol durante algún tiempo. Al palmito seco se llama aquí “pauma” y una vez trenzado y listo para manipular, “llata”. En las zonas donde es abundante el palmito (la planta se llama “margalló”), antaño, las gentes lo utilizaban para confeccionar utensilios relacionados con los trabajos agrícolas o las tareas domésticas. Los más comunes eran los capazos para la recolección de aceitunas, algarrobas, etc., las alforjas para que el animal pudiera transportar objetos pequeños por lugares donde al carro le era imposible transitar, zurrones, avivadores para el fuego, escobas, etc. Uno de estos pueblos que trabajaban la artesanía de la hoja de palmito era Mas de Barberans, situado al pie dels Ports en la comarca del Montsiá, la más meridional de Catalunya. Desde hace 7 años, Mas de Barberans ha recuperado la tradición y el arte de confeccionar artículos con fibras vegetales con el nombre del “el Racó dels Artesans” (el rincón de los artesanos) En la feria no encontraremos sólo artesanos (muchos de ellos mujeres) que trabajan la hoja de palmito, sino también otras fibras vegetales. Las estrechas calles del pequeño pueblo (unos 700 habitantes) se llenan de paradas y visitantes durante el fin de semana del primer domingo de agosto. El lugar más emblemático es la plaza situada delante de la Iglesia de San Marcos. Allí se concentran la mayoría de los artesanos del palmito. Hasta que se construya el centro de interpretación, cada año se organiza una exposición donde se muestra la habilidad de los artesanos en el Certamen Internacional de Fibras Vegetales que se ha efectuado con anterioridad y del que este año se ha celebrado de 3ª edición. Como complementario a la feria encontraremos, además, productos artesanos de alimentación elaborados por comerciantes del pueblo y venidos de otros lugares de la zona y también otros tipos de artesanía elaborada con cuero o madera, bisutería, pintura, etc.

dilluns, 3 d’agost del 2009

LA FIESTA DEL RENACIMIENTO DE TORTOSA: “EL EXPLENDOR DE UNA CIUDAD EN EL SIGLO XVI”

Toda Tortosa espera impaciente la llegada del mes de julio, cuando el calor más aprieta, para vivir intensamente la Fiesta del Renacimiento. Por unos días se retrocede en el tiempo hasta el siglo XVI, una de las épocas de mayor esplendor de una ciudad que es bimilenaria. Son cuatro intensos días durante los cuales Tortosa se engalana para la ocasión. Puentes, calles y tiendas se llenan de banderas y en muchos lugares, sobre todo en las zonas de las murallas y del casco antiguo, se ambientan con escenarios que recrean la vida cuotidiana de aquella época. La participación de los ciudadanos es indispensable para el éxito de la fiesta. Muchos de los habitantes de Tortosa se visten con los trajes tradicionales del Renacimiento. Desde los señores que vivían en los distintos palacios que alberga la ciudad, pasando por los comerciantes hasta las clases más humildes: artesanos y labriegos. En cualquier momento, desde cualquier rincón de lo que fueron los barrios judío y moro de la ciudad, pero también cristiano se pueden ver actuaciones de músicos, cómicos, prestidigitadores, malabaristas, funambulitas, etc. A parte de los actos que se realizan en recintos cerrados y que requieren el pago de entrada para poder verlos. Entre estos, seguramente los que tienen un mayor éxito son la “Taberna de Enrico”, un espectáculo que se viene realizando desde la primera edición de la fiesta y en el que interviene el grupo local “Quico el Célio, el Noi i el Mut de Ferreries”, el Torneo de las Cuatro Virtudes con caballeros, espectáculos de banderas, etc. La apoteosis final llega el domingo por la tarde con el Gran Desfile de todos los participantes de la fiesta: individualidades, grupos y comparsas. Esparcidos por todo el recorrido, el visitante, encontrará un gran número de tabernas donde poder saciar la sed o calmar el estómago. En muchos de estos establecimientos se ofrecen productos tradicionales y elaborados con antiguas recetas sacadas de lo más recóndito de los baúles de nuestros antepasados. También diferentes mercados donde se pude comprar casi de todo: vestidos, espadas, ballestas, hachas y escudos para que los niños puedan participar de la fiesta, artesanía diversa, plantas medicinales, productos alimenticios, bebidas, etc. No es extraño encontrar gentes de otras culturas ofreciendo sus productos. Tortosa, en el pasado, representó un modelo de convivencia de las 3 culturas que había en la España en la Edad Media. A la hora de destacar sus edificios más emblemáticos, habría que comenzar por la catedral de Santa Maria (siglos XIII-XVI, entre gótica y barroca), los Reales Colegios (siglo XVI; su patio es una joya del renacentismo catalán en la que se pueden ver los rostros de parejas de reyes y nobles esculpidos en piedra), los palacios de Oliver de Botiller (siglo XV), Despuig (la construcción data de finales del siglo XV), Oriol (siglos XIII-XVI –actualmente es la sede del conservatorio de música de la Diputación de Tarragona) y, finalmente, el Capmany, construido en el siglo XVIII y llamado popularmente la “Alhambra” por la reconstrucción en su interior del patio de los leones del palacio de Granada, el convento de Santa Clara (s. XIII), la Lonja (s. XIV, desplazada en 1933 hasta el parque Teodoro González) el Arco de los Romeus (anterior al s. XIV, antigua puerta de la ciudad que se abrió en la muralla romana y punto de origen del Camino se Santiago del Ebro) y por supuesto, el castillo de la Zuda, hoy convertido en parador nacional; el castillo actual es de origen musulmán que se levantó sobre una antigua fortaleza romana. El próximo año la fiesta tendrá lugar del 22 al 25 de julio. Más información en: http://www.festadelrenaixement.org/ (la página viene en catalán, castellano, inglés y francés) También en: http://es.wikipedia.org/wiki/Tortosa y http://www.turismoyarte.com/regiones/catalana/tarragona/tortosa/tortosa.htm

dimarts, 21 de juliol del 2009

RESTAURANT "CAN PAQUITA". EL POBLE NOU DEL DELTA (TARRAGONA)

Por su situación estratégica, en el mismo corazón del hemidelta derecho del río Ebro y su proximidad al municipio marinero de Sant Carles de la Ràpita, el Poble Nou del Delta tiene una cocina muy variada con influencias de la cocina típica del Delta, pero también relacionada con los productos del mar. Podemos encontrar desde gran variedad de arroces, pasando por platos de pescado y marisco y también otros productos típicos como el pato o las anguilas. En el restaurant Can Paquita es buen ejemplo de lo que se ha dicho. Se cita como especialidad “las anguilas y el pato a la naranja”. Pero podemos encontrar una gran variedad de pescados y mariscos, así como diversidad de arroces (con pato, bogavante y, por supuesto paellas) y hasta gran surtido de carnes. Dispone de varios menús a partir de 20 euros. La relación variedad precio es buena 3,5 sobre 5. Cocina. Podemos encontrar desde platos elaborados (buena muestra es el pato a la naranja) a mariscos cocinados “al vapor”, pescado frito o carne a la brasa (bien, 3.5) Bodega. Es un poco justa. Como vino de la casa se sirve uno de D.O. Terra Alta (Vall de Vinyes) que es un vino bastante aceptable. Pero debería de promocionar más los vinos de nuestras comarcas de las D.O. Terra Alta, Priorat, Montsant, Tarragona..., sin olvidarse de los de otras D.O. del resto de Catalunya (Penedès, Costers del Segre, Empordà-Costa Brava Alella, etc.) y de España (Rioja, Somontano, Ribera de Duero, la Mancha, Cariñena, Utiel-Requena, etc.) También es muy corta la carta de cavas (Insuficiente: 1,5) Servicio. Es esmerado y rápido, cuidando el detalle y con buena atención al cliente (4,5) Postes. Debería de haber más postres de elaboración propia (2,5) Instalaciones. El restaurante ocupa una antigua casa de las que se construyeron para los colonos que empezaron a habitar el pueblo en 1957 (precisamente estos días se exponen todo el conjunto de planos que se utilizaron para construir el pueblo –en aquel tiempo Villafranco del Delta-); las estancias son bastante amplias y cabe distinguir dos partes: la entrada, donde se ubicaba el antiguo soco (lugar para las caballerías y aperos) y lo que habría constituido la vivienda (3) Decoración. Es muy apropiada, sobre todo en lo referente a las fotografías que se exhiben con vistas generales del Delta, del pueblo y de la fauna que habita la zona; estas fotografías son de Mariano Cebolla, un fotógrafo que tiene en su haber varios premios en fotografía de la naturaleza (5) Aseso. Un poco justos, pero limpios (3,5) Entorno. Magnifico; el pueblo, por si mismo, ya es todo un deleite y, como se ha dicho, está situado en un lugar privilegiado del Delta, al lado de las lagunas de l’Encanyissada i la Tancada desde donde se pueden visualizar variedad de aves como flamencos, gaviotas corsas, patos, etc. (5) Una recomendación. Quien viaje hasta allí que vaya provisto de repelente contra los mosquitos, sin duda alguna, la parte más negativa del lugar.

dimarts, 9 de juny del 2009

RESTAURANTE BLANC DE BLANCS. AMPOSTA (TARRAGONA)

Un dia, Rogelio y Montse decidieron dejar atrás Sant Carles de la Ràpita y comenzar una nueva aventura gastronomita en la ciudad vecina de Amposta. Rogelio puso todo su arte al servicio de un nuevo público que ya no tenia que acudir a “La Ràpita” para degustar de una muy buena cocina marinera. Montse, mientras, se dedica a atender a la clientela con toda su simpatía y buenos consejos. Hay que probar los arroces (el arrossejat está exquisito) y los pescados, puestos en el plato sólo al cabo de unas pocas horas de haber salido de la mar. Al ser una comida de grupo y estar contratada previamente, no puntuaré ni la comida ni tampoco la bebida. El local es acogedor, con mucha luz y decoración moderna y con gusto: 4 ,5 sobre 5. El servicio es esmerado y cuidando el detalle: 4. Los aseos están muy limpios y muy de acuerdo con el resto del local, aunque un poco pequeños: 3,5. En cuanto al entorno sólo cabe decir que los parques naturales “dels Ports” y, sobre todo, del Delta, son ideales para las excursiones familiares o de amigos a quien les guste todo tipo de aventuras: recorridos con bicicleta, caballo, senderismo, deportes náuticos, etc. En la ciudad de Amposta destacan sus casas modernistas construidas en la segunda década del siglo pasado, el museo del Montsià, cuya fachada perteneciente a una antigua escuela también es modernista, la torre de la Carroba, situada a unos 3 Km. del núcleo urbano en dirección a Tortosa, el recinto del antiguo castillo, donde todavía se conservan algunos restos en la fachada fluvial y también los antiguos fosos de defensa, así como algún resto de muralla (parte de ella carlista) y donde se ubica la biblioteca comarcal. Pero sobre todo destaca su puente colgante, auténtico símbolo de la ciudad.