dissabte, 8 de novembre del 2014

RESTAURANT CASA DE BANYS


El restaurante Casa de Banys (Casa de Baños) está situado en Catí, comarca del Alt Maestrat, provincia de Castellón, concretamente en el paraje llamado l’Avellà, a una distancia de unos 5 Km. de la villa.
El restaurante ocupa una de las planta de la antigua casa de baños del viejo balneario de l’Avellà, además de la mayor parte de la explanada de entrada al recinto que alberga el santuario de la Virgen del mismo nombre.
La carta del restaurante es extensa. Tiene no menos de 20 platos de entrantes y 20 más de principales. La carta de postres es muy completa y variada, predominando los de fabricación propia.
El tipo de cocina es de mercado y temporada, bien presentada y acompañada cuando el plato así lo requiere. Abundan los platos de carne (cordero, ternera, conejo, pato…), pero también los hay de langostinos y otros productos del mar procedentes de la lonja de Vinaròs. Algunos platos se acompañan de caracoles, incluso de la variedad vaquetes (también llamados caracoles de montaña) muy apreciada entre los amantes de estos moluscos como escasa, por lo que cuestan alrededor de 1€ por unidad. Algunas carnes son a la brasa, por lo que le da un plus de calidad al establecimiento. El precio del menú es de 17€ incluyendo la bebida, pero no el café. Hay platos fuera del menú que encarecen el coste, como el ternasco con vaquetes que llega a los 30€.




Valoración:

Comida, muy bien 4. La carta se presenta en un folio dentro de una funda de plástico. Habría que mejorar este aspecto. También se deberían cuidar algunos detalles como servir algún aperitivo mientras se espera que sirvan el primer plato. Los cafés se acompañan con dulces típicos. No hay diferencia entre la carta de los días festivos y días laborables.
   
Bebida, no se valora. El vino de la casa es D.O. Terra Alta, por lo que tiene una buena calidad. No obstante no existe carta de vinos, otro aspecto que se debería mejorar. Una buena bodega es imprescindible para cualquier restaurante que quiera alcanzar cierto prestigio.
Cabe hacer un comentario sobre el agua. Al sentarse a la mesa, uno se encuentra con una botella de agua de las que permiten rellenarse. No se os ocurra pedir agua embotellada que igual no disponen. El motivo es que el restaurante está justo al lado de la planta embotelladora que envasa la marca l’Avellà e incluso a pocos metros del restaurante hay una fuente donde poder llenar alguna garrafa.  



Instalaciones, bien 3,5. Si bien el edificio principal no es accesible para personas con movilidad reducida, en el exterior existe una carpa y una terraza donde también se puede comer. Dispone de una zona chill out para poder descansar. Otro aspecto a mejorar sería el espacio entre mesas, aunque lógicamente iría en detrimento del aforo.

Decoración, muy bien 4,5. Los cuadros, cortinas, lámparas, etc. guardan harmonía con el local.

Servicio, suficiente 2,5. Habría que mejorar la atención con los clientes aconsejándoles platos, vinos, etc. Se cuida poco este detalle.  



Servicios, muy bien 4,5. Son amplios y se mantienen limpios. El único pero es que se accede por una escalera por lo que dificulta el acceso a las personas con problemas de movilidad. Como ya se ha dicho, el local en si no está habilitado, si bien al lavabo se puede acceder directamente desde el exterior sin tener que usar ninguna escalera.


Alrededores, muy bien 4,5. Situado en el paraje del santuario-balneario de l’Avellà, tiene unas excelentes vistas. Por el NE se ven las montañas de la Vallivana y por el E, una vez pasado el túnel para acceder al balneario, el Morral del Buitre.